Me gustaría citar a @theacoak de su libro “Como un abrazo”:
“Te cubres con una coraza.
Y luego con otra más resistente.
Después otra.
Y otra.
Y con tantas capas dejas de poder ver bien.
De poder valorar. De poder escuchar.
La coraza empieza a distanciarte de la realidad.
Te insonoriza. Te invisibiliza.
Y un día decides quitártela y descubres que no tienes ninguna herida. Que no tienes ningún rasguño.
Es verdad.
Pero tampoco has podido amar de verdad.
Ni siquiera a ti, porque no te has protegido, te has aislado.
Te has privado de ser tú.”
Y qué importante es quitarse esa coraza, que un día te sirvió para algo, pero que ahora sólo te frena para poder vivir libremente tus emociones.
Te animo a que te atrevas a pedir ayuda, porque es una bonita forma de confiar en ti.